La frivolidad

Con la retirada de la reforma de la Ley del Aborto y la dimisión del ministro de justicia Alberto Ruiz Gallardón se cierra —por ahora— el debate público sobre esta cuestión, cosa que considero una gran noticia, ya que ha sido el debate público más frivolo que hemos vivido en los últimos años, y encima sobre una de las cuestiones más delicadas sobre las que se legislan: el aborto. Madres poniendo fin a su embarazo, y no por gusto precisamente. Y con toda la gran controversia científica, ética y legal que lo rodea.

En este debate ha destacado la frivolidad de la clase política, empezando por el PP, impulsor de la reforma. Y con la retirada de esta se ha demostrado que o aprobaron la reforma por puro electoralismo o que la han retirado por el poco apoyo recibido por la ciudadanía en las encuestas y con el miedo a perder electores en las desicivas elecciones municipales de mayo. O puede que las dos suposiciones sean ciertas y nunca hayan tenido una posición verdaderamente ideológica en esta cuestión. Si tan buena era la reforma ya aprobada en el Consejo de Ministros, ¿Por qué se retira? Si era tan mala, ¿Por qué la aprobaron en el Consejo de Ministros? No tienen excusa. También existe otra teoría, una teoría más perversa: que todo fuera una operación para desligitimar a Gallardón, que era visto como un rival interno de Rajoy. No creo que sea esto último, demasiado maquiavélico para el nivel del gobierno actual. Lo que creo es que pensaron que esto les iba a dar rendibilidad política y les aseguraría el voto de cierto grupo de presión. Y al final lo que ha pasado es que han visto que perdían más que lo que ganaban. Puro electoralismo. Y además se han cargado a Gallardón aprovechando la situación.

Foto: cadenaser.com
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Y lo mismo se puede decir de la izquierda en general y del PSOE en particular, que ha entrado en el debate con una clara posición populista, y que durante el mandato de Zapatero actuó igual que el PP ahora. Entonces tambíen se reformó la anterior Ley del Aborto de Felipe González —¡Una de las pocas cosas que hizo bien!— que ya tenía suficiente consenso y apoyo social, era una ley tan buena que ni Aznar la tocó durante sus dos mandatos. Una ley que convertía el aborto en una posibilidad para casos graves, pero no lo convertía en un método anticopceptivo más como hacía la ley zapaterina. No existía ninguna demanda social para cambiar esa ley, fue un problema creado por la clase política de izquierdas de entonces para hacer quedar al PP como un partido reaccionario, y de esos lodos estos polvos. Y los políticos no deberían de estar para crear nuevos problemas, deberían de estar para gestionar y para legislar atendiendo a las demandas de la sociedad. Se ha practicado la peor política en el peor asunto.

Y despúes tenemos a los actores civiles de este sainete. La Conferencia Episcopal con todos los grupos y asociaciones católicas del país, gente para la cual la reforma gallardoniana incluso se quedaba corta. Un grupo de presión que quiere imponer a toda la sociedad su moral, según la cual desde el minuto uno de la fecundación eso ya es un ser vivo, cuando científicamente hay una gran controversia sobre esto. ¿Es un individuo desde el momento de la fecundación? ¿Desde que tiene corazón y cerebro? ¿Desde que se mueve? ¿No es un individuo hasta que nace? ¿Dónde está el límite? Este es el verdadero problema del aborto: ¿Desde qué momento el nasciturus, embrión, feto puede ser considerado un ser humano y por tanto poseedor del derecho a la vida? Pues para la Iglesia tiene derecho desde el primer minuto de la fecundación, incluso por encima del derecho a la vida de la madre, como pasa en algunas repúblicas centroamericanas. Cualquier religión tiene todo el derecho del mundo a decir a sus feligresas si deben abortar o no y estas hacerles caso o no, pero lo que no deben es imponer su moral a todos los ciudadanos a través de las leyes. Leyes destinadas a preservar la libertad del individuo —siempre que esta libertad no afecte a la libertad de los otros individuos—, y he aquí el problema. Y después tenemos el pecado, las acusaciones de pecado, el anatema, la condena moral, muy fuerte en algunas zonas del país donde el catolicismo continúa teniendo gran influencia pública y privada, y especialmente hiriente para algunas mujeres que abortan por máxima necesidad. A los del pecado les recomiendo Juan 8:7.

Y enfrente de la Iglesia tenemos a FEMEN y otras organizaciones feministas, organizaciones radicales, ya que incluso la causa más noble tiene sus extremistas. Para estas organizaciones el aborto debería ser totalmente libre, desde el primer minuto de la fecundación hasta el nacimiento. Convertir el aborto en un método anticonceptivo más. En sus campañas casi convierten el aborto en un acto festivo, sin ver el drama que es para la mayoría —me atrevería a aventurar que para todas— de las madres pasar por esto. Una reivindicación utilizada solamente para destruir al patriarcado, como demuestra que hayan atacado más a la Iglesia, literalmente, que al partido del gobierno. O esloganes tan concienciados y civilizados como: «Abortaremos en vuestras iglesias» o «Aborto es sagrado». Sagrado. Una nueva religión, superando a la ideologia. Dos religiones antagónicas queriendo imponer su credo a toda la sociedad y utilizando el aborto como un campo de batalla.

Resumiendo: los principales actores políticos y sociales han estado más preocupados por ganar votos o por imponer su modelo ético que por las mujeres que abortan —y todo lo que ello conlleva, especialmente a nivel psicológico— y sus hijos abortados. Esperemos que la próxima vez que el debate sobre esta cuestión vuelva a estar encima de la mesa los que deban tratarlo sepan comportarse con mayor dignidad y estén a la altura de este asunto tan importante, cosa que en este país parece imposible, pero uno, de natural optimista, nunca pierde la esperanza.

Biel Figueras | @rincewindcat

12 Comments

  1. Frivolidad es decir que en contra del aborto solo está la Iglesia Católica y que sería imponer una moral solo porque una religión lo defiende… ¿Acaso el hecho de que la religión católica diga que el matar sea pecado impide que eso sea también una ley justa?

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  2. Frivolidad es decir que en contra del aborto solo está la Iglesia Católica y que sería imponer una moral solo porque una religión lo defiende… ¿Acaso el hecho de que la religión católica diga que el matar sea pecado impide que eso sea también una ley justa?

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  3. Abundando en lo de Miguel, tampoco es que sea muy preciso lo de la discusión «científica» sobre cuándo hay un ser humano. De hecho, creo que sólo existe esa discusión por la equiparación de ser humano con «persona», que es la categoría ética que debería preocuparnos y que ahí sí hay una discusión interesante. No creo que nadie dude de que el embrión de una rata es un ser vivo de la especie de la rata. Del mismo modo, tampoco creo que haya argumentos serios para dudar de que el embrión humano es un ser vivo de nuestra especie. Otra cosa es que sea persona y tenga derecho a la vida.

    Por otro lado, aunque minoritario, hay una cierta cifra de abortos anuales que resultan ser el cuarto o el quinto de la mujer. No creo que en esos casos lo vivan como un drama, sino como un método anticonceptivo.

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  4. Abundando en lo de Miguel, tampoco es que sea muy preciso lo de la discusión "científica" sobre cuándo hay un ser humano. De hecho, creo que sólo existe esa discusión por la equiparación de ser humano con "persona", que es la categoría ética que debería preocuparnos y que ahí sí hay una discusión interesante. No creo que nadie dude de que el embrión de una rata es un ser vivo de la especie de la rata. Del mismo modo, tampoco creo que haya argumentos serios para dudar de que el embrión humano es un ser vivo de nuestra especie. Otra cosa es que sea persona y tenga derecho a la vida.

    Por otro lado, aunque minoritario, hay una cierta cifra de abortos anuales que resultan ser el cuarto o el quinto de la mujer. No creo que en esos casos lo vivan como un drama, sino como un método anticonceptivo.

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  5. Hola, Miguel. Gracias por entrar a debatir. No digo que la Iglesia sea la única que se opone al aborto, pero si ha sido la principal organización en contra. Sé que hay personas en contra del aborto que no lo hacen por cuestiones religiosas, lo hacen por el derecho a la vida que tendría como ser humano. Y ese es el problema, a partir de qué momento lo consideramos un ser humano, y por tanto beneficiarios de ciertos derechos. El problema es que para la Iglesia esto solamente es un campo de batalla más.

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  6. Hola, Miguel. Gracias por entrar a debatir. No digo que la Iglesia sea la única que se opone al aborto, pero si ha sido la principal organización en contra. Sé que hay personas en contra del aborto que no lo hacen por cuestiones religiosas, lo hacen por el derecho a la vida que tendría como ser humano. Y ese es el problema, a partir de qué momento lo consideramos un ser humano, y por tanto beneficiarios de ciertos derechos. El problema es que para la Iglesia esto solamente es un campo de batalla más.

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  7. Frivolidad es decir que si te parece mal la cifra de abortos cada año en España (que es obvio que no es producto de casos médicos extremos, ni de violaciones), quieres imponer una ética diferente, cuando que nuestra sociedad protege la vida, a los niños y a los débiles en general (por eso se castiga el asesinato y la pederastia).
    Por otro lado, no he encontrado que la Iglesia diga de modo oficial que la vida del embrión tiene mayor valor que la vida de la madre (imagino que individualmente habrá «gente pa to»), sí que es un ser humano desde su concepción.

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    1. Buenas, Surif. Me refería a casos como este: http://www.elmundo.es/america/2013/05/30/noticias/1369894489.html

      La cuestión es si pensamos que un embrión de unos cuantos días —todavía a nivel celular — ya es un ser humano con derecho a la vida. Yo soy liberal, y defiendo por tanto los derechos individuales, el derecho a la vida también, pero para las personas, la cosa está a si a un embrión todavía en nivel celular puede ser considerado como tal. Espero haberme hecho entender. Saludos! Y gracias por comentar.

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  8. Frivolidad es decir que si te parece mal la cifra de abortos cada año en España (que es obvio que no es producto de casos médicos extremos, ni de violaciones), quieres imponer una ética diferente, cuando que nuestra sociedad protege la vida, a los niños y a los débiles en general (por eso se castiga el asesinato y la pederastia).
    Por otro lado, no he encontrado que la Iglesia diga de modo oficial que la vida del embrión tiene mayor valor que la vida de la madre (imagino que individualmente habrá "gente pa to"), sí que es un ser humano desde su concepción.

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    1. Buenas, Surif. Me refería a casos como este: http://www.elmundo.es/america/2013/05/30/noticias

      La cuestión es si pensamos que un embrión de unos cuantos días —todavía a nivel celular — ya es un ser humano con derecho a la vida. Yo soy liberal, y defiendo por tanto los derechos individuales, el derecho a la vida también, pero para las personas, la cosa está a si a un embrión todavía en nivel celular puede ser considerado como tal. Espero haberme hecho entender. Saludos! Y gracias por comentar.

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  9. Creo que el artículo tiene muchos puntos muy discutibles, pero siempre me llaman la atención los de este tipo: “Cualquier religión tiene todo el derecho del mundo a decir a sus feligresas si deben abortar o no y estas hacerles caso o no, pero lo que no deben es imponer su moral a todos los ciudadanos a través de las leyes.”

    Sobre esta falacia (de raíz tan poco liberal, por cierto) que tanto se escucha de “imponer” (¡¡como si los Obispos votaran en el Parlamento!!), aconsejo humildemente este brillante artículo de Ruiz Soroa en El País:
    http://elpais.com/elpais/2014/01/08/opinion/1389180964_909932.html

    Un saludico,

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  10. No había leído un artículo tan superficial sobre un tema tan delicado en muuuuuuucho tiempo. Felicidades a Biel por su temeraria inopia

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